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Soneto

Rafael Gorréherqui

A veces, cuando me encuentro escribiendo, sin que descubra razón aparente, se me aparece una voz en la mente cuyo placer es estar maldiciendo

aquello que en mí mantengo por cierto. Y aunque en el momento me sienta fuerte sucumbo al instante a tan mala suerte que únicamente quiero verme muerto.

Así que con rabia cojo el mechero y enciendo todos aquellos papeles fuentes de la razón que tristemente

es la misma que logra que me aliente a abandonar mis pensamientos crueles en la fatalidad del cenicero.

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