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Sobre las III Jornadas de Estudiantes de Lingüística y Literatura

Actualizado: 26 feb 2019

Las III Jornadas de Lingüística y Literatura, que tuvieron lugar los días jueves 27 de octubre y viernes 28 de octubre, son muestra de la capacidad de los estudiantes del pregrado para organizarse y generar espacios académicos y culturales que convoquen a la comunidad universitaria. Su balance positivo en la organización, por parte del equipo de la revista Panglós de Estudiantes de Filología, tiene que ver, sin duda, con la acumulación de experiencias de la versión anterior, lo cual muestra la importancia y efectividad de darle continuidad a los proyectos estudiantiles y procurar los relevos constantes.

Hay que señalar, sin embargo, y con miras al futuro, que las Jornadas no contaron con lleno total en ninguno de los dos días. Sobre las razones para esto varían las opiniones. Dejando de lado el lugar común de la indolencia estudiantil y pensando en la labor de captar la atención, hay que señalar que en contraste con la edición anterior hubo escaso movimiento de las redes sociales, con ninguna publicación en la página de Facebook de las Jornadas. No obstante, hubo una intensa campaña mediante correo electrónico, por lo cual debe darse al estudiantado por informado.

Otra razón posible es el desequilibrio entre ponencias en literatura y lingüística, con una marcada minoría en la segunda área. Además, en las ponencias de literatura hubo una abundante presencia de los estudios de prensa y poca presencia de otras líneas de interés. Habrá que pensar para próximas ocasiones cómo lograr una mayor variedad que acoja la diversidad de intereses que concurren en el pregrado.

Esta cuestión, por supuesto, encuentra su responsabilidad en el mismo estudiantado y los grupos de investigación, dado que la programación de este tipo de eventos obedece a la oferta de ponencias. Aunque habría que sopesar, también, si el tiempo de convocatoria fue suficiente.

Esto en cuanto a cuestiones logísticas y organizacionales que esperamos sirvan de retroalimentación para la próxima versión del evento.

Valorando la intención de los organizadores de tener un ponente internacional, hay que lamentar los problemas de conexión con el profesor Jesús González Maestro en la exposición de su propuesta de aplicación para la literatura del “materialismo filosófico” de Gustavo Bueno, y decir, de cualquier modo, que el formato de videoconferencia puede no ser la mejor opción para mantener la atención de un público medianamente numeroso en las condiciones materiales que ofrece la universidad.

De las pocas ponencias sobre lingüística es necesario realizar una crítica a la presentación en ponencia de rudos datos metodológicos y de resultados que no alcanzan el nivel interpretativo necesario para despertar y satisfacer las curiosidad, para mostrar a los compañeros la potencialidad de una linea investigativa y mover la pasión por el conocimiento, utópica vocación, lo sabemos, pero tarea de la cual no puede abdicar la actividad universitaria. Es de esperar que la comunidad académica asuma el ejercicio propuesto por este tipo de eventos como más que una oportunidad para sumar una línea en hojas de vida personales o grupales.

Frente a las ponencias de literatura es importante señalar la intención por parte de algunos ponentes de realizar un híbrido entre el formato de ponencia y el formato de exposición, que permite una mayor interactividad con el público. Sin embargo, muchas de estas tuvieron un problema similar al anterior, y es la presentación de datos teóricos y/o metodológicos que no logran cumplir con el tiempo para alcanzar conclusiones satisfactorias.

El último párrafo es para el público. Es necesario construir una cultura crítica que ahora se ve en falta ante el escaso número de preguntas y observaciones que le permitan a los ponentes mejorar y, a la comunidad, fortalecer el sano intercambio de ideas que justifica la existencia de la universidad como algo que pretende -con dificultad, claro está- trascender la dinámica empresarial.

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