Por: Yuliet Tirado
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Rasgó tus alas
quebrantó tus huesos
impregnó tu sangre de hostilidad.
Escupió tu rostro
y se rió a carcajadas
dejando a su paso solo oscuridad.
Te perdiste en el tiempo
abandonaste hasta tu sombra
te viste allà vacÃa, sin sitio, sin hogar.
Te helaste en la miseria,
perdida, sin consuelo,
tu alma asà cercada sin algo que esperar.
Borraron tus recuerdos
descendieron por el pozo
golpearon contra el suelo, rompieron el cristal.
Recogiste tus pedazos;
eran solo sueños rotos
sola y angustiada te escondiste en el umbral.
Allà permaneciste
hundida en la penumbra,
pronto un ángel negro de aquà te llevará.