Por: Yuliet Andrea Tirado
Y se fue como la lluvia que no dice a dónde va.
Se fue con el silencio, se fue en la oscuridad.
Caminó por mil senderos, nunca miró atrás.
Esperé que me mirara, esperé una eternidad.
Cruzó mares y caminos, buscando a quien amar.
Encontró un y mil amores, encontró más que buscar.
No hubo rayos ni tormentas que pudieran detener
sus ansias, sus deseos, su interminable sed.
Y se fue como los rÃos buscando un ancho mar
y mientras, yo esperaba, sumida en la soledad.
¿Será que volverá? –tristemente me decÃa.
Vendrá en la claridad, con la luz de un nuevo dÃa.
Y mientras yo esperaba, una carta, una ilusión,
mi vida marchitaba, se morÃa el corazón.
Su promesa él hoy rompÃa, se quebraba la armadura
porque ya nada existÃa, ni el amor ni la cordura.
Muy grande fue el agravio, yo nunca lo acepté.
No importaba, yo esperaba, esperaba asà por él.
Se fue para no volver, muy dentro él lo sabÃa.
Pero yo no era él, era yo la que sufrÃa.
Perdida en la locura de un amor que no existió
¿Fue por la noche oscura o por mà que no volvió?
Y ya no hubo risas, ni llanto ni dolor.
Solo quedaron cenizas, cenizas de aquel amor.
Muy tarde él regresó cuando yo ya no existÃa
¿Qué fue lo que hice mal? –a sà mismo se decÃa.
–¿Fue no decirle adiós o que yo no volverÃa?
–¿Qué fue lo que hice mal? Pero nunca él lo sabrÃa.