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Operative Bildlichkeit mit und ohne Algorithmen (Traducción)

Iconicidad operativa: con o sin algoritmos

Sybille Krämer

Simposio: Imagen – algoritmo – Bauhaus

Universidad de Antioquia, Medellín – Colombia


     1. ¿Qué significa ‘iconicidad operativa?


     El significado de ‘iconicidad’ se puede desprender de fenómenos como cuadros artísticos, ilustraciones o imágenes técnicas. Se trata de un concepto extendido de iconicidad que incluye todas las formas de marcas y ornamentos gráficos visibles en superficies. Desde esta perspectiva nos encontramos con una clase determinada de artefactos visuales, los cuales resultan de la interacción del punto, la línea y el plano, así como resultan de la interacción de caracteres, gráficos, diagramas y tarjetas. Cada vez que estas inscripciones se emplean para objetivos cognitivo-epistémicos, se les denomina a estas visualizaciones ‘imágenes operativas’. Las imágenes operativas desempeñan una doble función: hacen visible lo invisible y posibilitan la edición de lo invisible en el medio de sus representaciones visibles. El nomograma de la multiplicación sirve de ejemplo al respecto. Para comprender el artificio de la iconicidad operativa es importante entender la visualización como ‘espacialización’. Aquello que se ve y manipula son constelaciones espaciales.


     2. Espacialidad artificial y la ‘técnica cultural del aplanamiento


     La espacialidad es una forma especial de lo espacial. Si bien constituye el formato medial tanto de imágenes como de textos, se le ha prestado poca atención y no se ha investigado mucho. No obstante, desde la pintura rupestre y los tatuajes en la piel, pasando por la invención de caracteres e imágenes hasta llegar a la televisión y el cine, a la pantalla del computador y el teléfono inteligente, se extiende la tradición de una ‘técnica cultural del aplanamiento’. Mientras que una tradición filosófica asocia el pensamiento con el fondo y la profundidad y tabuíza la superficialidad, es precisamente la relación con las superficies ilustradas y con las inscripciones lo que se convierte en una fuente de creatividad científica, artística y técnica. ¿En dónde reside el secreto de la fuerza productiva del aplanamiento? En nuestro mundo tridimensional, todo lo que se encuentra ‘detrás de nosotros’ es invisible e incontrolable. La invención de superficies con inscripciones anula esta dimensión de profundidad y logra un espacio especial de la vista panorámica, con la que todo lo que es, lo que no es y lo que nunca puede ser (objetos imposibles) se vuelve gráficamente visualizable: en todo caso parece ser así. Algo que no es perceptible (todavía) puede hacerse visible por medio de la inscripción. La eficacia cognitiva y estética del medio de la superficie inscrita estriba en ser un medio que actúa de intermediario entre tiempo y espacio, entre idea y concepto, entre el procedimiento y la estructura, entre el plan y la ejecución. Lo que se proyecta en la bidimensionalidad, y por consiguiente se visualiza, también se produce de cierta manera. La visualización de lo invisible no es solo su representación, sino también producción, es decir, constitución.


     3. Algoritmación como una forma de la iconicidad operativa


     El término ‘algoritmo’ se remonta al erudito persa Al Chwarizmi, quien importó a Europa la aritmética escrita con números indo-arábigos, esto es, el sistema decimal. Por primera vez, la aritmética se convirtió en un procedimiento netamente escrito. La aritmética elemental se convirtió en un saber estudiantil que se podía enseñar y aprender. Al memorizar las operaciones de uno más uno, uno menos uno, uno por uno y uno dividido uno, se pueden realizar tareas muy complejas de una manera muy fácil, sin tener que saber que se trata de problemas numéricos. Algoritmar significa descomponer una solución compleja del problema en pasos individuales, resolviendo el problema por medio de su análisis mecánico. En este aspecto nos encontramos con una paradoja: el progreso de la civilización consiste en operativizar dominios del trabajo mental para que estas operaciones se puedan realizar sin referencia a la interpretación, el significado y el sentido. Antes de que la computadora fuera inventada como una máquina física, desarrollamos la computadora dentro de nosotros. Pero cada operación formal –lo cual se suele pasar por alto– puede llevarse a cabo sin referencia al significado del signo; sin embargo, requiere la máxima precisión para reconocer y transformar la forma y el patrón. En lugar del sentido, la sensualidad en como se dispone la forma de los signos se pone de relieve en la superficie. Al mismo tiempo, si la superficie inscrita es un medio elemental para pensar y conocer, esto significa que la identificación y transformación de patrones es fundamental para pensar y conocer.


     4. La promesa de transparencia de la literalidad alfabética


     Lo digital debe ser reemplazado por la computadora. Digitalizar significa discriminar un continuo, es decir, diseccionarlo en elementos que sean codificables y que se puedan combinar de forma relativamente libre. Desde esta perspectiva, el alfabeto ya es un medio digital. La alfabetización europea implica el uso de signos numérico-algebraicos, es decir, el desarrollo de escrituras matemáticas, lógicas y de informática. La alfabetización alfanumérica está vinculada a la pretensión de hacer que el espacio de lo conocible sea perceptible, accesible y controlable. Esto se llama la “promesa de transparencia de la alfabetización alfanumérica“. Por lo tanto, el alfabeto siempre va a ser más que un sistema de escritura para el lenguaje: (i) Como sistema de ordenación, organiza grandes cantidades de información (diccionarios, directorios, catálogos, índices ...) y los vuelve fáciles de registrar y abarcar. Así es como se crean los primeras “bases de datos avant la lettre“ en forma de enciclopedias, diccionarios y manuales; (ii) Como un alfabeto binario, que inventó el filósofo G.W. Leibniz, puede convertirse en un código no solo para textos alfanuméricos, sino también para todo lo que sea notable en formato discreto; (iii) En la forma del algoritmo, surge un modo de instrucción operativamente efectivo para la manipulación de signos, ya sea ejecutado por humanos o máquinas; (iv) A través de la formalización, los argumentos, las pruebas y otras formas de razonamiento pueden hacerse transparentes y comprensibles. ¿Existe un vínculo sutil entre la promesa de transparencia de la alfabetización alfanumérica y el programa didáctico de madurez y soberanía individual en el pensamiento moderno?


     5. De la ‘Legibilidad del mundo’ a la ‘legibilidad de datos de la máquina


     ¿Qué sucede cuando la superficie inscrita se convierte en una interfaz en red? La digitalización contemporánea se entiende como una transición de la ‘legibilidad del mundo’ (Blumenberg) a la ‘legibilidad de la máquina del universo de datos’. Esta transformación produce una situación paradójica: (i) Por un lado, tiene lugar una radicalización de la referencia de superficie y, por lo tanto, también de la ‘promesa de transparencia’; (ii) Por otro lado, ocurre un cambio de transparencia en opacidad, de iconicidad operativa en falta de iconicidad automatizada.


     6. La radicalización de la referencia de la superficie


     Por ejemplo, transformar un texto en un volumen de datos legible por máquina significa implicaciones visuales del texto que las personas leen automáticamente, casi inconscientemente (distinguir el encabezado del texto del capítulo, reconocer los nombres propios, eliminar la información bibliográfica del contenido del libro, etc.); las significa a través del marcado usando lenguajes de etiquetado completamente explícito. En la transformación de un texto legible para humanos en un volumen de datos elaborado por máquina, se debe manifestar lo que permaneció latente en el texto. Lo que entendemos por ‘textura’ y ‘fractura’ de textos se lleva a la superficie y se hace visible de una nueva manera. Esto cambia el estado ontológico de un texto. Lo que es un ‘texto’ legible por máquina en el universo de datos ya no es idéntico a un documento legible para humanos. Y esto es especialmente cierto en la transición de textos individuales a colecciones de textos grandes, que son difíciles de abarcar, que están disponibles para el análisis asistido por computadora. El requisito de legibilidad de la máquina ha creado un área de objetos que las personas ya no pueden captar y leer, pero que tiene una empiricidad de lo textual previamente inaccesible que luego puede analizarse con la potencia de la computadora. El conteo y la aritmética, la cuantificación y las estadísticas, que hasta ahora no contaban como un depósito de las humanidades, pueden convertirse en procedimientos significativos de las humanidades digitales, aplicadas a ciertas preguntas delimitadas de investigación, en su mayoría de tinte histórico. Por lo tanto, es el proceso de explicación y manifestación de lo que estaba implícito y latente en las formas simbólicas tradicionales y las prácticas relacionadas de las humanidades, en el que la radicalización de la superficie artificial existe bajo las condiciones de la digitalidad. El desafío, pero también el estímulo de lo digital para las humanidades es ver que las humanidades digitales traigan a la luz, un poco, lo que anteriormente permanecía latente y oculto.


     7. El cambio de la transparencia en el ocultamiento y la pérdida de control

     Con la digitalización se está restaurando una dimensión de profundidad inabarcable: los usuarios y usuarias trabajan frente a la interfaz escribiendo y leyendo, generando así conocimiento de Internet de manera autónoma, como nunca antes. Pero detrás de la interfaz, hay un espacio inabarcable de algoritmos de comunicación, protocolos y dispositivos, que el usuario apenas puede controlar. Rizómicamente, en la parte de atrás de la facilidad de uso se extiende la región de un ‘secreto’ resurgente (black box) y el desconocimiento constitutivo, una anestesia de los usuarios. Cada software desarrolla una ‘máquina virtual’ que está oculta para aquellos que trabajan con el software. Las competencias que las computadoras adquieren inductivamente a partir de grandes conjuntos de datos, a través de programas de autoaprendizaje de inteligencia artificial (deep learning), siguen siendo inescrutables para los desarrolladores en el ’cómo’ de las reglas y rutinas que han adquirido. Y los múltiples rastros de datos que los usuarios dejan en la web, datos que utilizan los algoritmos de creación de perfiles y los comportamientos de predicción de las personas, generalmente están fuera del alcance de sus creadores. Vemos que la promesa ilustrada de ética y transparencia se convierte en su opuesto. La digitalidad en red muestra su cabeza de Jano: ¿necesitamos una nueva forma de ilustración, una ‘ilustración digital’?



Traducción: Andrés Felipe Quintero Atehortúa

GELCIL, Universidad de Antioquia


Nota: A propósito de esta traducción recomendamos la lectura del texto que queda en el hipervínculo, autoría de Andrés Felipe Quintero, en el cual se reflexiona sobre las dificultades de la traducción.

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