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Educación superior: un pilar de la nación que requiere atención

Actualizado: 26 feb 2019


Por: Felipe Osorio Vergara

felipe.osoriov@udea.edu.co


Una educación para todos, gratuita, de calidad, es la base del progreso, el mayor motor de movilidad social y abre las puertas de las oportunidades para los colombianos. La educación les brinda a los niños y jóvenes las oportunidades y les da las herramientas para defenderse y salir adelante. Es además, la mejor semilla para la paz y la equidad (Presidencia de Colombia, 2018, p. 6)1.

   

 Desde el 2015 el Gobierno de Juan Manuel Santos se había propuesto que el país fuera el “mejor educado de Latinoamérica para 2025”. Por esta misma línea, el actual presidente de la República, Iván Duque, ha sostenido que la educación es y será uno de los pilares de su administración 2,por lo que puede verse que en los últimos años el tema de la educación ha sido central en las agendas del Ejecutivo.

    En este sentido, es prudente traer a colación que desde el 2010 el dinero destinado para el sector educativo se ha incrementado en más del 80%, pues la cifra invertida en esta materia en 2010 ascendía a 20.8 billones de pesos, mientras que la cifra presentada por este nuevo Gobierno para 2018 es levemente superior a los 35.3 billones de pesos 3.Sin embargo, hay que hacer una salvedad sobre este incremento al sector educativo, ya que según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Banco Mundial, el porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia destinado a educación en 2010 era del 4.8%, mientras que para 2018 se estima en un 4.7% 4.Lo anterior quiere decir que el dinero destinado a la educación ha aumentado porque el Presupuesto General de la Nación también lo ha hecho a lo largo de esos ocho años; no obstante, el porcentaje del PIB asignado a materia educativa no ha variado mucho. Por ejemplo, el Presupuesto General de Colombia en 2010 era de 148.3 billones, mientras que el Presupuesto General para 2018 es de 233.5 billones de pesos.

    Pero si la educación ha sido el eje tanto de los discursos como de los programas de Gobierno de los mandatarios de la última década en el país, ¿cómo es concebible que la educación superior pública se encuentre desfinanciada hasta el punto de que se encuentre en riesgo su propio funcionamiento y existencia?

    De acuerdo al Sistema Universitario Estatal (SUE), organismo que componen las treinta y dos universidades públicas de Colombia, el déficit que enfrentan dichas instituciones de educación superior en el país supera los 15 billones de pesos, debido a las siguientes razones: la ampliación de la cobertura educativa de parte de las universidades, el fortalecimiento de la misión investigativa de las mismas, el incremento en los programas de internacionalización y, finalmente, el crecimiento de la infraestructura física y tecnológica. Sin embargo, este aumento en los gastos no se ha visto compensado con mayores ingresos girados por la nación, pues de acuerdo al artículo 86 de la Ley 30 de 1992 el incremento del presupuesto de las universidades estatales se hará con base en el índice de precios al consumidor (IPC) y tomando en cuenta el presupuesto del año 1993, razón por la cual desde entonces se viene acumulando un déficit que en 2012 estaba en 11.1 billones pero que para este 2018 supera la escandalosa cifra de 15 billones de pesos, casi cuatro veces el presupuesto del departamento de Antioquia de este año.

    Aunque la situación financiera es compleja para las 32 universidades oficiales del país, hay que subrayar que por lo menos la Comisión Tercera del Congreso de la República (de Hacienda y Crédito Público) el dos de octubre pidió una adición de 500 mil millones de pesos para aliviar la crisis financiera de dichas instituciones de educación superior. De igual modo, el Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, aseguró el tres de octubre durante un debate de control político en la Comisión Cuarta del Congreso (de Presupuesto) que adicionaría alrededor de 3.3 billones de pesos al presupuesto de 2019 de las universidades públicas 5.Pese a que este monto no es suficiente para solventar todo el déficit, sí demuestra que el problema del desfinanciamiento universitario ya está siendo escuchado por la Administración pública.

    Igualmente, la Unión Nacional de Estudiantes de Educación Superior (UNEES) radicó desde finales de septiembre un pliego de peticiones ante el Gobierno, en donde, entre otras cosas, piden un aumento de 4.5 billones de pesos en el presupuesto de las universidades públicas y solicitan la estructuración de un plan de pago que permita saldar la deuda en un plazo no mayor a diez años. Asimismo, proponen una “reducción” a los recursos asignados a la guerra 6.

    El diez de octubre, a raíz de las marchas estudiantiles en defensa de la educación superior pública, el Gobierno aseguró la asignación de 500 mil millones de pesos para el presupuesto de las universidades para la vigencia 2019 7, pero de dichos recursos solo el 11% (55 mil millones) llegaría directamente a la base presupuestal de las universidades públicas, pues los restantes 445 mil millones son fondos girados al Ministerio de Educación en materia de inversión, por lo que no se puede cubrir con ellos gastos de funcionamiento (que es en donde se acumula gran parte del déficit de las universidades estatales).

    Por lo anterior, se requiere con urgencia que el Gobierno destine mayores recursos para solventar el déficit de las instituciones de educación superior pública, ya que los esfuerzos emanados desde la Administración central han sido solo “pañitos de agua tibia” que no brindan una solución estructural al problema del desfinanciamiento. Cabe destacar que el Congreso cuenta con facultades para modificar la distribución de los dineros del Presupuesto General de la Nación, por lo que esperamos que en esta oportunidad el artículo 69, inciso 4, de nuestra Constitución Política sí sea cumplido a cabalidad, toda vez que en él se señala: “El Estado facilitará mecanismos financieros que hagan posible el acceso de todas las personas aptas a la educación superior”. En caso contrario, los estudiantes seguiremos exigiendo nuestros derechos y no sería de extrañar que se reviviera un movimiento estudiantil semejante al de 1971 .

 La educación es el gasto para la defensa más efectivo que existe. Kofi Atta Annan

Notas

1 Presidencia de la República de Colombia. (2018). Colombia Avanza 2010-2018. Recuperado de: http://colombiavanza.com/wp-content/uploads/2018/07/colombia-avanza-2010-2018.pdf

2 Sobre este punto se sugiere revisar las propuestas 57 y 60. Véase en https://www.ivanduque.com/propuestas/educacion/3

3 Véase página 25 del Proyecto de Ley de Presupuesto General de la Nación 2018.

4 Colombia es el segundo país de la Alianza del Pacífico que más porcentaje de su PIB invierte en educación, solo superado por Chile que destina un 6,9% de su PIB en esta área. Fuente: Vanegas, A. (9 de abril de 2018) Chile y Colombia, los que más invierten en educación en la Alianza del Pacífico. En La República. Recuperado de https://www.larepublica.co/globoeconomia/chile-y-colombia-los-que-mas-invierten-en-educacion-en-la-alianza-del-pacifico-2710185

5 Más información sobre el debate de control político en: Prensa Senado (3 de octubre de 2018). Mayores rubros en educación, salud y paz pidieron senadores de la Comisión Cuarta. Senado de la República. Recuperado de http://www.senado.gov.co/actualidad/item/28326-mayores-rubros-en-educacion-salud-y-paz-pidieron-senadores-de-la-comision-cuarta

6 Sobre este punto hay que señalar que el Ministro de Defensa, Guillermo Botero, dijo durante un debate de control político en la Comisión Segunda del Congreso (de Relaciones internacionales y defensa nacional)  que más del 80% del presupuesto del Ministerio (que asciende a 33 billones) se utiliza en gastos de nómina, salud, pago de demandas y mantenimiento del armamento y equipos, por lo que el monto que queda para inversión es reducido. Además, el dos de octubre Botero descartó la compra de un sistema de defensa antiaérea por 1.1 billones de pesos ya que no hay recursos para dicha adquisición. Asimismo, el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo publicó un informe en donde ubica a Colombia como el país de América Latina que desde 2003, en promedio, ha destinado más porcentaje de su PIB para seguridad y defensa. Así, por ejemplo, en 2017 invirtió el 3.1% de su PIB para defensa, estando a la par de Estados Unidos que también gastó el mismo porcentaje en dicha materia. Informe completo disponible en: https://www.sipri.org/sites/default/files/3_Data%20for%20all%20countries%20from%201988%E2%80%932017%20as%20a%20share%20of%20GDP.pdf

7 Ministerio de Educación Nacional de Colombia (2018). Gobierno asegura asignación de 500,000 millones de pesos para educación superior pública en presupuesto del 2019. [En línea] Recuperado de https://www.mineducacion.gov.co/1759/w3-article-377439.html [12 Oct. 2018].

8 Dicho movimiento estudiantil tenía como consigna: “Por una educación nacional, científica y de masas”.

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